18 de noviembre de 2012

A los cielos

Hoy mi abuelita se fue a los cielos. Eso me dijo mi mamá cuando me trajo el desayuno. Me parece que estaba muy triste, pero me sonrió cuando me pasaba una tostada. Todos se vistieron con ropas muy bonitas pero a mi me pusieron un vestido blanco que no me gustó. Mamá peinó mi cabello en dos trenzas y luego no la vi en toda la mañana. Papá me dijo que tenía muchas cosas que hacer.

Después de comer fuimos a la Iglesia, había muchas personas llorando. Pero vi a Juan y Natalia, así que jugamos un rato en el jardín. Luego fuimos a un parque muy grande, lleno de flores, peluches y hermosos pájaros y veletas que cambiaban con el viento. Un lugar estaba lleno de juguetes y yo quise tomar una muñeca, pero mamá no me dejó.

-Pero no es de nadie- le dije sentándome. No iba a caminar hasta que mamá me dejara tomar la muñeca.

-Es de una pequeña llamada Francisca.

-Pero ella no está aquí, la dejó botada.

-Francisca también se fue a los cielos, amor. Igual que la abuela.

Yo no entiendo cómo alguien se puede ir a los cielos. Por más que miro y miro solo veo algo azul y unas cuantas nubes. Tal vez se van volando, dejando su cuerpo acá. Tal vez se pegan un salto. Mamá me dijo que mi abuela está bien, que es feliz allá. Yo no sé cómo puede ser feliz tan lejos.

En la noche mamá me acostó temprano, no me dejó terminar de ver televisión.

-¿La abuela volverá?

-No, amor. Yo también me iré a los cielos un día, tu papá y también tú. Las personas van y vienen, lo importante es pasarlo bien mientras estemos aquí.

Y cuando me dormía le encontré razón a mi mamá. A mi me gusta ir al parque, pero sé que me  iré en la tarde. Por eso juego mucho mientras estoy ahí.

-Abuelita, espero que juegues mucho en los cielos. Buenas noches.


Autora: Ratona De las calabazas.

Fuente imagen

No hay comentarios:

Publicar un comentario