22 de noviembre de 2012

Bajo la cama

El caballero vestido de negro se paseaba por el cuarto, esperando con ansiedad. No es que estuviera preocupado, sabía que lo que tenía que suceder sucedería. Era una ansiedad llena de expectativas, no podía esperar a que llegaran los protagonistas. Tenía mucho otros lugares que visitar, otros niños a quienes acompañar, pero quería presenciar esta primera vez.

El niño pronto apareció en la habitación, ya había terminado de lavar sus dientes. Se acostó en su cama y se tapó hasta el cuello. Fingió dormir. Su padre entró poco después, cerró la puerta con pestillo y se acercó a la cama. Vio a su pequeño durmiendo, le acarició el cabello y besó su frente. Se dio cuenta de que la respiración de su hijo estaba agitada.

-Sé que estás despierto- su hijo entreabrió los ojos, imitando los gestos de alguien a quien acaban de despertar-. Solo pasé a desearte dulces sueños- su hijo bostezó y él esperó unos momentos-. Y, en cuanto a lo otro... Sabes, ¿mejor que sea nuestro secreto, no lo crees? Eso es, un secreto padre-hijo, ¿no te parece? Así que sería mejor que no le contaras nada a mamá, ya sabes que ella exagera todo. Es decir, sería mejor por el bien de ambos, ¿de acuerdo?

Cuando el papá caminó hacia la puerta vio como el niño se daba media vuelta y se tapaba hasta la cabeza. Salió y volvió a cerrar con pestillo. El caballero vestido de negro sonreía feliz y decidió quedarse sobre las frazadas de la cama. Sabía que el niño lloraba bajo la cama.


Autora: Ratona De las calabazas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario