17 de diciembre de 2012

Cohete



No sabía muy bien de dónde venía o hacia dónde iba, pero le fascinaba verlo pasear. Se acostaba mirando hacia arriba, esperando que nuevamente surcara los cielos. A veces se quedaba dormido esperándolo, otras veces pasaba toda la tarde observando su ir y venir. Esperaba crecer pronto y poder acompañarlo en su viaje, él se convertiría en el piloto de esa maravillosa nave espacial. O al menos, eso era lo que le decía a su madre cada noche, entre balbuceos mientras cenaba su leche, señalando el móvil sobre su cuna.

Autora: Ratona De las calabazas.


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